HomeInformes confidencialesUn curioso vínculo entre China, Villonaco y el presidente del Real Madrid

Un curioso vínculo entre China, Villonaco y el presidente del Real Madrid

Tiempo de lectura: 10 minutos

Un enjambre empresarial extranjero dificulta el rastreo de los beneficiarios finales de los contratos para la producción de energía eólica en Ecuador; sin embargo, registros societarios evidencian una peculiar relación entre los constructores de una central eólica en Loja con el presidente de la Superliga Europea de Fútbol.

REDACCIÓN TIERRA DE NADIE

La construcción de las centrales eólicas Villonaco y Huascachaca, en Loja (sur del Ecuador), se encargó a empresas y conglomerados extranjeros cuyos propietarios no son muy visibles. Los registros societarios revelan pocos nombres de personas naturales y un complejo enjambre empresarial alternando gerencias, direcciones y participación accionaria.

Toda empresa cuenta con dos organismos fundamentales: Un Directorio, responsable de las decisiones estratégicas y supervisión de la compañía; y, una Junta de Accionistas conformada por propietarios del capital, encargados de nombrar a los miembros del Directorio y de la toma de decisiones importantes. Ambos organismos son esenciales en la gestión empresarial para obtener beneficios económicos.

Los receptores de esa ganancia o utilidades son los beneficiarios finales de la empresa: personas naturales que dirigen o controlan una entidad jurídica; y, como resultado, obtienen provecho de los ingresos generados por la empresa. Así lo define la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD) en su informe “La importancia de los beneficiarios finales y cómo buscarlos”, publicado en junio de 2022. 

Un indicador de transparencia empresarial es la exposición de esos beneficiarios finales; no obstante, en ocasiones, los beneficiarios finales están camuflados por entramados societarios, haciendo difícil saber a quiénes llegan las ganancias o utilidades.

“Conocer quiénes son los beneficiarios finales en la contratación pública contribuye a garantizar la igualdad de condiciones en los procesos contractuales, evitando que empresas ficticias o intermediarias sean utilizadas para ocultar a los verdaderos beneficiarios y distorsionar la competencia”, explicó Fausto Cabrera, el analista financiero y experto en planificación y presupuestación estatal. “Dar a conocer quiénes son los beneficiarios últimos de la contratación pública permite también anticipar casos de conflictos de interés o de tráfico de influencias”.

En el caso de los contratos para la construcción de los proyectos eólicos Villonaco y Huascachaca es fácil ubicar a las empresas a las que se les adjudicó la obra, pero no es sencillo identificar a los dueños de las empresas, pues son firmas filiales de grupos empresariales que, a su vez, son parte de otros grupo empresariales; y, en ocasiones también conforman consorcios. A su vez, existen empresas constituidas legalmente en el Ecuador cuyos accionistas son otra empresa de otro país y están representadas por un apoderado que también es parte de la nómina de la misma firma extranjera.

El registro de los directivos y accionistas de las empresas ecuatorianas y sociedades extranjeras con presencia en Ecuador es de acceso público en la base de datos de la Superintendencia de Compañías. Sin embargo, el rastro de los beneficiarios finales se pierde en los registros de las grandes firmas extranjeras, pues es común que estén representadas por un apoderado o representante legal y no por sus dueños o los beneficiarios finales en su país de origen.

Este reportaje tuvo el apoyo metodológico y financiero de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.

El rastro de Villonaco en un emporio español

¿Qué relación podrían tener el Real Madrid, la Superliga Europea de Fútbol, China y la Central Eólica Villonaco al sur del Ecuador? La respuesta no es sencilla y para explicarlo es inevitable un rastreo societario extenso comenzando por el origen del proyecto.

Villonaco es un proyecto eólico de tres etapas. La construcción de la primera fase inició en agosto de 2011 y terminó en enero de 2013. El contrato se adjudicó a la empresa china Xinjiang Goldwind Science and Technology Co. Ltd. Esta primera fase costó USD 45.6 millones, financiados con un crédito del Banco de Desarrollo de China.

En 2023, poco más de una década después, el Gobierno ecuatoriano comprometió las etapas II y III del proyecto Villonaco con la empresa Villonaco Energy S.A. Esto sucedió el 7 de julio de 2023, a dos meses de la firma del Decreto Ejecutivo 741, con el que se disolvió la Asamblea Nacional y convocó a nuevas elecciones presidenciales.

En el Palacio de Carondelet, el presidente Guillermo Lasso; el ministro de Energía y Minas, Fernando Santos Alvite; y, el representante Villonaco Energy S.A., Eduardo Mora Unda, firmaron un contrato de inversión para concesionar durante 25 años el proyecto Villonaco. El proyecto contempla una inversión de USD 181 millones. En el plazo indicado, la empresa se comprometió a proporcionar el capital, construir la obra hasta que comience a operar, y también dar mantenimientos. A cambio, la constructora se beneficia de una parte de los beneficios futuros del proyecto por la venta de energía eléctrica.

Villonaco Energy S.A. es una empresa legalmente constituida en Ecuador en marzo de 2021 con RUC 1793130534001. Según la base de datos pública de la Superintendencia de Compañías, la empresa fue creada específicamente para suscribir el contrato de concesión del proyecto Villonaco II y III. Al menos así se describe su objeto social.

Esta empresa es una filial del Grupo Cobra, un conglomerado español con presencia mundial especializado en el levantamiento de infraestructuras para el sector energético. Este conglomerado conforma, a su vez, la División Industrial del Grupo ACS, una gigante de la construcción con sede en Madrid.

Quien preside y figura como máximo accionista del Grupo ACS con al menos 13,5% de participación, es Florentino Pérez Rodríguez, un empresario y ex político madrileño de 76 años, que actualmente ocupa la presidencia del ocho veces campeón del Mundial de Clubes, el Real Madrid. Además,  Pérez Rodríguez  es también presidente de la Superliga Europea de Fútbol desde abril de 2021.

En diciembre de 2021, ACS vendió un 51% de las acciones de Grupo Cobra – pese a ser su división más importante – por 4.902 millones de euros. Quien ahora goza del control de la serpiente corporativa es el grupo Vinci, un controvertido gigante galo de la construcción involucrado en numerosos escándalos tanto en Francia como en otros países como Reino Unido y Qatar, acusados de corrupción, destrucción del medio ambiente y denuncias por trabajo forzoso, según Corporate Watch, un centro de investigación independiente con sede en el Reino Unido.

El contrato fue suscrito en Carondelet por el presidente Guillermo Lasso; el ministro de Energía, Fernando Santos Alvite; y el representante Villonaco Energy, Eduardo Mora. FOTO: Presidencia del Ecuador.

El enjambre empresarial ibérico

Así, Villonaco Energy, la empresa que construirá Villonaco II y III, funciona actualmente con capitales de España y Francia. Pero, más allá de los conglomerados a los que representa, identificar a las personas naturales detrás de esta empresa puede ser el equivalente a buscar una aguja en un pajar debido al tamaño de estas corporaciones.

Los conglomerados empresariales cuentan con sus propias divisiones que, a su vez, están cada una conformadas por varias empresas. En la misma línea, estas empresas registran sus filiales o representaciones en cada uno de los países que les adjudican proyectos. Y cada una de estas firmas tiene sus propios directivos y accionistas, lo que vuelve un reto el rastreo de beneficiarios finales.

Desde marzo de 2021 hasta diciembre de 2022, Villonaco Energy fue administrada por la firma peruana Cobra Perú S.A. y por los ecuatorianos Sebastián Cortez Merlo y Eduardo Mora Unda. Luego, la dirección de la firma pasó a manos del español Francisco Javier Yunta Toledo y la firma INSTCOBRA Actividades de Servicios e Instalaciones Cobra S.A. (RUC 1791848691001).

El rastro de los beneficiarios finales de la empresa se pierde entre los nombres de otras empresas extranjeras que figuran como socias y sus apoderados en el país, pese a que el 25 de abril de 2023 la Superintendencia de Compañías presentó una nueva plataforma para identificar a beneficiarios finales. Según esta herramienta, los beneficiarios últimos de Villonaco Energy S.A. son las sociedades limitadas Cobra Concesiones y Spinning Assets, ambas son parte de Grupo Cobra.

Eduardo Mora Unda, un ciudadano ecuatoriano clave para las actividades del emporio ibérico Cobra en Ecuador. Él es el presidente de INSTCOBRA, también está registrado como apoderado en Ecuador de Cobra Concesiones y Spinning Assets, empresas que además son las únicas accionistas de Villonaco Energy desde el 14 de enero de 2022. Siguiendo el rastro en la Superintendencia de Compañías, también aparecen como socios de ambas firmas: Cobra Concesiones, Cobra Instalaciones y Servicios, Cobra Gestión de Infraestructuras; Cobra Servicios, Comunicaciones y Energía; y, la empresa francesa Vinci S.A.

La firma Cobra Instalaciones y Servicios S.A.  fue registrada en Ecuador como una sucursal extranjera legalmente registrada el julio de 2017, con RUC 1792783402001. El rastro de las personas naturales que dirigen o controlan estas entidades jurídicas se pierde en este punto pues los registros societarios en Ecuador no muestran accionistas actuales o anteriores, solo un único apoderado: Eduardo Fernando Mora Unda.

Por su parte, INSTCOBRA, la empresa gerente de VillonacoEnergy, repite algunos nombres: Francisco Yunta Toledo es presidente de VillonacoEnergy y también es gerente de INSTACOBRA. Eduardo Mora Unda aparece aquí como presidente; y, a su vez, apoderado de las tres sociedades anónimas que figuran como accionistas y beneficiarios finales: Cobra Instalaciones y Servicios, Cobra Sistemas y Redes, y Moncobra. Estas empresas también son parte del Grupo ACS. Sin ser el beneficiario último, Mora Unda mantiene un amplio historial societario como presidente en Gruas y Maquinarias UP, INSTCOBRA, la Corporación de Servicios Mineros CESME; gerente en EnergyManagement y CuyabenoPetro; como apoderado de Cobra Instalaciones y Servicios, y Cobra Peru. Al final del rastro societario, su única participación accionaria visible es en EnergyManagement, una consultora del sector energético.

Huascachaca, el vínculo entre España y China

El Parque Eólico Huascachaca comenzó a operar el 31 de marzo de 2023, a dos décadas de realizados los primeros estudios de prefactibilidad (2003). La ejecución del proyecto está en manos de la empresa pública Electro Generadora del Austro (Elecaustro) y se dividió en dos fases: la primera para la preparación del terreno, vías de acceso y preparación del terreno para colocar los aerogeneradores. La segunda fase consideraba el equipamiento y puesta en marcha del parque eólico.

El contrato para el levantamiento de la primera fase de Huascachaca se adjudicó el 28 de julio de 2017 vía Régimen Especial. En la documentación oficial constan dos firmas de responsabilidad, la del entonces gerente de Elecaustro, Antonio Borrero; y, la rúbrica del apoderado del Consorcio Parque Eólico Minas de Huascachaca: el español Eduardo Mora Unda.

Mora Unda es apoderado en Ecuador de las filiales empresariales de Grupo Cobra. En esta ocasión, para la construcción de Huascachaca, el apoderado en Ecuador de las empresas del conglomerado español ACS y Cobra conformó un consorcio con Sinohydro Corporation una empresa china señalada por pagar al menos USD 76 millones en sobornos a al menos 37 funcionarios ecuatorianos a cambio del contrato de construcción y financiamiento de Coca Codo Sinclair.

En el mismo contrato de la primera fase se incluyó la construcción de la fase dos, ambos por cerca de USD 97 millones. Pero las obras fueron interrumpidas por la pandemia en 2020. Este contrato se dio por terminado de manera unilateral por Elecaustro.

Ya en 2021, la Contraloría General hizo reparos al procedimiento contractual para la selección del Consorcio chino – español; pues, según el informe DPA-0034-2021, la obra se entregó sin un concurso público, excluyendo a otros potenciales oferentes.

Cuando se pudo retomar los trabajos, Elecaustro entregó la obra a la empresa Dongfang Electric Ecuador (RUC. 0993267120001), una firma que – al igual que Sinohydro – tiene como principal accionista al Gobierno chino. Según la Superintendencia de Compañías, el actual gerente de la empresa es Meng Zhaohe y los accionistas son Xie Rui, como persona natural, y la empresa Dongfang Electric International investment Co. Limited que, a su vez, está suscrita como una sociedad extranjera cuya participación accionaria está en manos de la empresa china Dongfang Electric Corporation y la República Popular de China.

En 2023, con el parque eólico en marcha, la Contraloría presentó los resultados de un examen especial en el que confirmó varias anomalías en los procesos de contratación adjudicados por Elecaustro para la construcción del parque Huascachaca. Según el informe DPA-0023-2023, Elecaustro allanó el camino para que la firma china Dongfang Electric International elija por su cuenta y por anticipado a los subcontratistas, evadiendo procesos contractuales abiertos y públicos para la selección de proveedores. La Contraloría también señaló que Elecaustro aceptó autogeneradores con especificaciones técnicas inferiores a las establecidas en los pliegos del concurso.

En julio de 2020, Dongfang Internacional creó en Ecuador la Compañía Anónima Dongfang Electric Ecuador; siendo, a su vez, su principal accionista. Por estar legalmente constituida en Ecuador, la firma responde ante la legislación ecuatoriana como cualquier otra empresa nacional, pese a estar constituida con capitales extranjeros y no contar en el país con capital humano o la maquinaria para atender las exigencias de un proyecto eólico en construcción.

En el caso de los contratos para la construcción, transporte y puesta en marcha de los aerogeneradores, ElecAustro firmmó un contrato por “Los Bienes”, por USD 45,7 millones, para la contratación de una empresa para que fabrique los aerogeneradores y los entregue en el Puerto Bolívar (El Oro); y, un segundo contrato para la contratación de los llamados “Servicios Conexos”, por USD 11,4 millones, que incluye la descarga de los equipo en Puerto Bolivar, su transporte hasta la zona de intervención en la parroquia Yuluc (Saraguro-Loja). Además del montaje de los aerogeneradores, su instalación y puesta en marcha.

Dongfang Ecuador no contaba con los equipos ni la experiencia en el país para prestar el servicio de transporte de los aerogeneradores. Según una investigación del portal Periodismo de Investigación, en octubre de 2020, nueve meses antes de la firma del contrato vía Régimen Especial con ElecAutro, DongFang Ecuador ya había comprometido un 60% de recursos del contrato de servicios conexos con el Consorcio Santa Fe-Montejo, constituido en septiembre de 2020. Al respecto, el supervisor de Proyectos  de ElecAustro, Carlos Durán, dijo al portal Periodismo de Investigación: “Si me preguntan si Dongfang tiene experiencia de transporte en el Ecuador, no la tiene. Ellos tendrán que ver cómo nos garantizan a nosotros con quién hacen el transporte, de tal manera que puedan sostener su garantía”.

UNA ALERTA A LOS ENJAMBRES SOCIETARIOS

De acuerdo al informe “La importancia de los beneficiarios finales y cómo buscarlos”, publicado en junio de 2022 por la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, existen casos de corrupción en donde los beneficiarios finales se ocultan detrás de estructuras societarias complejas, usando figuras legales como empresas, fideicomisos o fundaciones.

En estos casos, según el informe, las mismas empresas figuran como administradores o accionistas de otras empresas; y, a su vez, estas empresas se constituyen con directorios o juntas de accionistas representados por personas jurídicas. "En algunos casos, estas entidades incluso pueden ser accionistas entre sí y se registran en diversas jurisdicciones", cita el informe. "A simple vista, estas entidades pueden parecer no estar relacionadas y no formar parte de un sistema, ya que la identidad del beneficiario final no es evidente".

Con esta advertencia coincide el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que afirma que la información sobre un beneficiario final puede pasar desapercibida o incluso ser encubierta debido al uso de "estructuras de propiedad y control complejas que involucran numerosas capas de acciones registradas a nombre de otras personas jurídicas".
Share With: