Este 2021, el Municipio de Quito aportó con cerca de USD 90 millones al presupuesto de las empresas públicas municipales. Sin estos fondos, más de la mitad de las firmas no podrían cubrir sus gastos operativos.
El Municipio de Quito aportó con un 22% del presupuesto anual de 12 empresas del Cabildo capitalino. Son USD 89.3 millones, monto tres veces mayor al gasto estimado para Seguridad en 2021 (USD 28,6 millones) y superior en cerca del 40% al presupuesto destinado este año por el Cabildo para Educación o Salud (+/- USD 35 millones a cada uno).
Además del dinero asignado con fondos públicos, las empresas generan USD 322,3 millones para cubrir con el 78% del presupuesto anual restante. Esto en términos generales, pero no todas las empresas municipales están destinadas a generar recursos y no todas requieren de financiamiento.
Dicho de otra forma, existen empresas que son autosustentables como la Empresa de Agua Potable EPMAPS, y otras que incluso con el aporte de las arcas públicas solo generan pérdidas como la Empresa de Transporte de Pasajeros. El caso de estas dos empresas es comparable, pues ambas cobran por un servicio.
Una empresa con un modelo particular es Quito Turismo, encargada de la promoción de la Capital en beneficio del visitante local, nacional y extranjero. Quito Turismo no cobra una tarifa, no existe un pago por un servicio y tampoco genera ingresos suficientes para cubrir sus actividades, pero es la única autorizada a financiar su presupuesto de lo que el Municipio cobra de licencias de turismo.
Una empresa pública que requiere de asignaciones de su entidad primaria para funcionar, no es autosustentable. Si no genera ganancias, su existencia y actividades implica un gasto para los capitalinos.
La Empresa de Agua Potable (EPMAPS) no depende del presupuesto municipal desde su restructuración en 2008. La Empresa Metropolitana de Aseo (EMASEO), la de Logística de Seguridad y Convivencia Ciudadana (EMSEGURIDAD), la de Rastro y el Mercado Mayorista no recibieron fondos públicos, según la proforma presupuestaria aprobada por el Concejo Metropolitano para 2021.
En contraste, las empresas de Gestión de Residuos (EMGIRS), Hábitat y Vivienda (EPMHV), Transporte de Pasajeros (EPMTP), Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP), Servicios Aeroportuarios (EPMSA), Metro de Quito y Quito Turismo, requieren de asignaciones presupuestarias en 2021 para poder funcionar.
El transporte de Quito genera pérdidas
Para 2021, las empresas que más fondos públicos recibirán en el transcurso del año desde las arcas municipales son la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) y la Empresa de Transporte Pasajeros (EPMTP).
La EPMMOP cuenta con un presupuesto anual de USD 48 millones y el 78% de ese monto proviene de las arcas públicas. La Empresa de Transporte (EPMTP) estimó un presupuesto de USD 47.4 millones y un 59% de esa cifra lo financia el dinero de los capitalinos.
El Municipio de Quito ya asume y subsidia más del 52% del presupuesto que requiere el sistema de transporte integrado de la ciudad. La Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (EPMTP) registró pérdidas anuales en 2017, con un déficit de USD 2,2 millones; y, en 2018, de USD 453.863.
Con asignaciones municipales en años posteriores y un nuevo monto asignado para 2021, en ambos casos, desde ya se anticipa un cierre de ejercicio económico a pérdida pues ninguna genera ingresos suficientes para cubrir con sus operaciones, mucho menos para generar ganancias en favor de la Capital.
La Empresa de Transporte de Pasajeros cuenta con una flota de más de 220 buses y, hasta febrero de 2020 movilizaba a 650.000 usuarios al día.
El cobro de pasajes es su principal fuente de ingresos, estimados en un promedio de 36 millones anuales solo por este rubro, pero no es dinero suficiente para mantenerla operativa. El cobro al usuario se realiza mediante el cobro en moneda física y tickets, pero este sistema no se ha actualizado o modernizado en las últimas dos décadas.
El sistema de recaudación es uno de sus princiales problemas, pues el monto registrado de ingresos no cuadra con el número de usuarios que utilizan el transporte público municipal. Los errores se generan por evasión y errores al momento del cobro de pasajes.
Según un reportaje publicado por El Comercio en febrero de 2020, las personas encargadas de la recaudación retiran las monedas y se las entrega a Tevcol, empresa encargada del traslado de valores y el conteo.
Luego, la Empresa de Pasajeros coteja esa cifra, con una que emite Procelec, una entidad con quien el Municipio tuvo un contrato en el 2015, pero terminó en el 2016 y al momento no tiene relación laboral.
"Es decir, una empresa a quien no se le está pagando ni un centavo y que además no tiene contrato ni relación de dependencia con el Municipio cumple un rol tan importante como certificar cuántas personas pasaron por el torno, según la Empresa de Pasajeros", cita el reportaje que además detalla que la evasión se estima entre el 10% y 30%.
Una promesa de solución, pero con retrasos
El Metro de Quito fue propuesto como una solución a la movilidad para la Capital. Su entrada en funcionamiento prometía solucionar gran parte de los congestionamientos en horas pico y unificar el sistema de transporte reduciendo los tiempos de traslado y unificando, a su vez, el sistema de cobro.
Este 2021, la empresa Metro de Quito recibió USD 12 millones en asignaciones municipales y mientras no entre en funcionamiento no podrá generar ingresos. La entrega de la obra se ha postergado en varias ocasiones.
El 26 de noviembre de 2015, el entonces alcalde Mauricio Rodas suscribió el contrato con el Consorcio Acciona-Odebrecht, para la realización de la segunda etapa del Metro. El plazo para la entrega de obra se fijó en tres años, más seis meses para las pruebas de funcionamiento. Es decir, que debía entregarse en mayo del 2019, pero no fue así.
La obra fue adjudicada por USD 1.538 millones a la constructora Acciona. Pero este monto tampoco se respetó e incrementó en unos USD 40 millones: una serie de eventos aumentaron el costo y actualmente se espera la entrega de la obra a finales de 2021.
Un modelo dependiente
La empresa Quito Turismo funciona con un modelo diferente a las otras 11 firmas municipales. Este 2021 maneja un presupuesto que apenas supera los USD 4 millones y, de esa cifra, el 75% se financia con asignaciones municipales.
El dinero que se asigna a Quito Turismo se obtiene de lo que recauda el Municipio por el cobro de licencias turísticas. Es la única empresa que se maneja con lo que recauda por las tasas.
El objetivo de la existencia de esta empresa es la promoción y desarrollo del turismo local, nacional y extranjero en la Capital. Siendo este uno de los sectores más golpeados por el confinamiento provocado por la Covid-19, su trabajo se vuelve clave en la postpandemia.
Actualmente, en esta empresa trabajan 70 personas y para el pago de nómina necesitó de un presupuesto anual de USD 1,5 millones en 2020. Sus ingresos fueron de 4'234.865 con una ejecución presupuestaria del 90% en el mismo año.
Inestabilidad interna y corrupción
Un factor común durante la administración del alcalde Jorge Yunda es el permanente cambio de las gerencias en las empresas públicas, sin la debida planificación en el cambio de mando.
La Empresa de Agua Potable registra el mayor número de gerentes durante esta gestión municipal: un total de seis en estos poco más de dos años. La EPMAPS, al cierre de 2020, tuvo ingreso por USD 195.5 y una ejecución presupuestaria del 94.54%.
Esta empresa no recibió fondos de las arcas del Municipio y es una de las más rentables, pero también ha sido blanco de los últimos escándalos de corrupción relacionados con el alcalde Jorge Yunda.
La inestabilidad también se hace presente en otras empresas. Hernán Alvarado, gerente de la Empresa Metropolitana de Gestión de Residuos Sólidos (EMGIRS), dejó el cargo luego de que el Concejo Metropolitano pidió su renuncia por no contratar a una empresa que dé tratamiento a los lixiviados. Este material se acumuló por más de seis meses en las piscinas del relleno sanitario de El Inga. Luego de abandonar el cargo, Alvarado se convirtió en asesor personal del alcalde Yunda.
El Metro de Quito tiene un retraso de dos años en el inicio de sus operaciones, y aún no hay una fecha prevista para su puesta en marcha. A la fecha, el proyecto no puede avanzar debido a que no se define su modelo de gestión. Pese a ello, tres gerentes han pasado por esta empresa durante la actual administración.
Transparencia y uso de recursos públicos
La Empresa de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) es la que más trabajadores registró al cierre de 2020, con 2.570 personas en nómina. Para el pago de remuneraciones destinó un presupuesto de USD 26 millones. El año pasado a esta empresa ingresaron USD 156 millones, tanto de fondos propios como de asignaciones municipales.
Lo sorprendente es que, de ese monto, apenas se usó el 59%, convirtiéndose en la firma municipal con el peor nivel de ejecución presupuestaria. Para 2021, el presupuesto estimado es de USD 48 millones , de los cuales USD 37,8 provienen de asignaciones que el Municipio destina para repavimentación, señalización de la ciudad e infraestructura vial.
La empresa pública con el nivel de ejecución presupuestaria más bajo en 2020 fue Metro de Quito, que apenas usó el 34% de los USD 14 millones que ingresaron a sus cuentas. De hecho, USD 2.4 millones se destinaron al pago de personal. Cabe señalar que esta empresa de economía mixta podría generar ingresos propios del pago directo de pasajes de los usuarios, pero hasta el momento no puede funcionar como corresponde.
Toda la información debería constar en el apartado de transparencia de los portales web de cada empresa, pues es obligación de cada una publicarla, de acuerdo con la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información. No obstante, pese a la normativa vigente, la Empresa de Servicios Aeroportuarios no cuenta con información pública desde el año pasado y la EMSEGURIDAD no pública información sobre las remuneraciones de sus trabajadores.
De acuerdo con la proforma presupuestaria de este año, la EPMSA cuenta con USD 8,9 millones para 2021, de los cuales USD 3 millones provienen de fondos públicos. Por su parte, para EMSEGURIDAD se estima un presupuesto de USD 11,8 millones y no requiere de financiamiento del Municipio.