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Las cuentas pendientes de la UTE: deudas con el IESS y trabajadores en el limbo

Tiempo de lectura: 6 minutos

Más de un año de deudas impagas con  la seguridad social y un grupo de docentes que no fueron notificados de su desvinculación, esperan respuestas y acciones inmediatas.

Redacción TIERRA DE NADIE

Decenas de trabajadores de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) desconocen su situación laboral; pues, sin una notificación previa o explicación alguna, se bloqueó su acceso a las plataformas digitales de la institución impidiendo que puedan realizar sus actividades diarias. Aseguran que incluso dejaron de recibir instrucciones de sus superiores y hasta la fecha no se les ha notificado por escrito su desvinculación.

Este medio pudo conocer que se trata de un grupo de al menos 60 personas de áreas administrativas; no se pudo concer el número de docentes pero, en suma, la cifra podría subir a 80 en total. Las denuncias llegaron a este portal a través del testimonio de personas con hasta 20 años de antigüedad en la institución.

Para resguardar su seguridad y el respeto a los derechos de cada uno, TIERRA DE NADIE protegerá sus nombres en el presente informe. Nos acogemos a la reserva de fuente y no revelaremos los nombres de quienes ofrecieron su testimonio.

Todo comenzó la última semana de mayo, pasado. En pleno confinamiento, alumnos y docentes buscaban adaptarse a la mecánica de las clases virtuales. Carlos (nombre protegido) ingresó a la plataforma virtual para recibir clases normalmente, pero se encontró con un rostro que no era el habitual.

“Era otro profesor. Ya le conocía, así que no pregunté nada, pensé que era solo un reemplazo. A la siguiente clase de la misma materia, de nuevo estaba otro profesor; entonces preguntamos si el profe de planta estaba enfermo o le había pasado algo”, cuenta Carlos. “Nos dijo que ya no trabajaba en la UTE”.

Junto a sus compañeros quisieron tener un gesto con su antiguo profesor. Querían despedirse y desearle éxitos. Cual fuera su sorpresa cuando su maestro les dijo que lleva varios días intentando ingresar al sistema virtual de la universidad, pero sus accesos fueron bloqueados y el Departamento de Sistemas no le daba solución.

“Fue gracias a los alumnos que yo me entero que había sido despedido”, cuenta el docente. “El lunes 25  de mayo  quise ingresar a la plataforma para subir mi planificación semanal de clases, pero no pude. Luego, a la primera clase que tenía, a eso de las 09:00, tampoco pude dar clases y envié varios correos al personal de Sistemas para que me ayuden”.

Los siguientes tres días pidió ayuda al Departamento de Sistemas pensando que se trataba de un problema técnico, hasta que recibió la llamada de sus alumnos. “Me quedé en una pieza. Ya tenía hasta reemplazo y nadie me dijo nada”,  aseguró el docente.

Otro profesor, en la misma situación, cuenta con indignación que el mismo día que le bloquearon el acceso a las plataformas digitales de la universidad recibió una llamada de la responsable de Talento Humano, para decirle verbalmente que fue desvinculado y que debía comunicarse con el abogado para llegar a un acuerdo.

“¿Un acuerdo sobre qué? ¡Yo nunca puse mi renuncia! Querían negociar mi salida por mutuo acuerdo, pero por una cantidad que ni siquiera corresponde a los siete años que llevo en la universidad”, manifestó. “¿Cómo te piden llegar a un acuerdo cuando primero te bloquean los accesos? Es como llegar a la oficina y no encontrar tu escritorio o que te cambien los cerrojos y luego te enteras que te han despedido”.

El personal administrativo corrió con la misma suerte. Para Demetrio (nombre protegido) la sorpresa fue inevitable cuando le llamaron del seguro de salud institucional que la UTE contrata con BMI para decirle que ya no contaba con los beneficios para atención en salud.

“Fui a una cita médica y no me quisieron hacer válido el seguro. Tuve que pagar con la tarjeta de crédito. No entendía qué pasaba y envié varios correos solicitando asistencia para un reembolso. Luego me llamaron de BMI a decirme que ya no estaba asegurada por disposición de la Universidad. Les habían dicho que ya no trabajo con ellos”, contó. “Llevaba unos dos días sin poder ingresar a mi correo, pero yo seguía trabajando y recibiendo instrucciones. Recién cuando me llaman de la aseguradora es que me entero que me habían despedido”.

Demetrio habló con sus jefes directos pero no ofrecieron ninguna explicación. Poco después también dejó de recibir instrucciones y también dejaron de responder sus llamadas.

Otra persona del área administrativa, a quien llamaremos Tomás para proteger su identidad, confirmó que desde el 25 de mayo se bloqueó el acceso a la plataforma virtual de la universidad a varias personas. “Tenemos un listado de 60 personas de áreas administrativas y varios docentes también, pero no hemos podido averiguar cuantos son”, dice.

“No podemos ver correos, tampoco ingresar al sistema de trámites. Simplemente nos negaron el acceso”, cuenta Tomás. “Nos hemos comunicado con Talento Humano y la encargada nos pide hablar con el abogado. La vez que yo le llamé me dijo que no sabía nada de mi caso”.

Este medio de comunicación buscó hablar con el representante legal de este caso, con la directora de Talento Humano y, sobretodo, con el rector de la UTE, Ricardo Hidalgo. Tras una semana de insistencias, el rector no se pronunció, como ninguna de las personas antes mencionadas. Para finales de la tarde del domingo 7 de junio, del Departamento de Comunicación se comunicaron con el equipo de este medio digital y le remitieron vía correo electrónico la versión de la institución educativa.

En la carta recibida se confirma que los horarios de los docentes titulares fueron reducidos y aseguran que se desvinculó “a menos del 4% de la planilla de docentes y administrativos, cumpliendo con todas las disposiciones legales y lógicamente respetando sus derechos labores”, cita.

“Son varias las razones por las que debemos tomar decisiones de optimización de recursos, entre ellas; los contínuos recortes por parte del Estado al presupuesto que nos otorga, por ser una universidad cofinanciada, la tardanza de varios meses de las asignaciones”, cita el comunicado.

En el comunicado no se detalla la cifra exacta de trabajadores desvinculados, ni cuántos se habrían acogido a la desvinculación por mutuo acuerdo. Tampoco responden a la consulta de este medio respecto al por qué primero se bloqueó el acceso a las plataformas virtuales de la institución antes de buscar un acuerdo, ni por qué algunos todavía no reciben ninguna explicación.

COMUNICADO ENVIADO POR LA UTE A TIERRA DE NADIE

¿Una práctica común?

El 10 de febrero de 2016, 308 trabajadores de la UTE fueron desvinculados bajo el argumento de que su despido se dio tras un proceso de evaluación cuyos resultados fueron rechazados por los docentes.

En esta ocasión, los docentes si recibieron una notificación; sin embargo, muchos fueron impedidos de ingresar a las instalaciones para retirar sus pertenencias. Esto motivó a que decenas de afectados se agolparan en los exteriores de la institución como medida de protesta.

El 28 de julio de ese año, el rector Ricardo Hidalgo fue llamado a declarar en la Unidad Judicial de Pichincha por la denuncia de despido intempestivo que presentaron los docentes. En su momento, Hidalgo indicó que esos despidos se realizaban dentro de un proceso de optimización del presupuesto que les permitiría ahorrar USD 10.8 millones, para enfrentar una compleja situación financiera de la Universidad.

Más de un año sin pagar al Seguro Social

Desde mayo de 2019, hasta mayo de 2020, las aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se descontó mes a mes del roll de pagos de los trabajadores de la UTE; sin embargo, este dinero no llegó a las cuentas de la seguridad social.

La deuda asciende a USD 7’238.907,14. Es por eso que el director provincial del IESS en Pichincha, Andrés Campaña, presentó el pasado 3 de junio una denuncia penal ante la Fiscalía General por la falta de pago.

Solo en Pichincha, la UTE adeuda USD 6’662.644,93; esto convierte a esta Universidad en la mayor deudora del IESS en esta provincia. Mientras que en Santo Domingo tiene pendiente el pago USD 576.263.

El representante del IESS aseguró que las autoridades de la UTE incumplieron dos convenios de pago. “Hemos conversado con las autoridades de la UTE; sin embargo, pese a que llegamos a un acuerdo, hubo un incumplimiento. Es por eso que se agotó esa vía”, dijo.

Explicó que la retención ilegal de aportaciones genera dos tipos de afectaciones: La primera es para los 949 trabajadores que laboran en el centro de estudios, pero también a quienes trabajaron el último año. La falta de pago limita los servicios y prestaciones del IESS como atenciones médicas, jubilaciones y otras que se ofrece a sus asegurados.

Ël 4 de junio, a través de un manifiesto, exdocentes de la Universidad UTE pidieron públicamente a la Universidad responder a la retención de los aportes y el pago del Fondo Social por USD 9’200.000.

Lida Moreno Badillo, representante de la Asamblea UTE Dignidad, creada en 2016 tras los despidos intempestivos, exige la intervención de la Fiscalía y la Contraloría General del Estado para transparentar el manejo de los recursos del centro educativo. Exige que se investigue la eliminación de varias carreras, el cobro de matrículas diferenciadas a los estudiantes y cómo el director de la UTE compró la Clínica Pichincha.

La infraestructura, los muebles y el equipamiento de la Clínica Pichincha, en el centro norte de la capital, fueron adquiridos por la Universidad Tecnológica Equinoccial. Esta operación se concretó el 9 de diciembre de 2016, por USD 7’815.000.

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