El israelí involucrado en la trama de corrupción en los hospitales, fue asesinado. Previamente, en una entrevista, alertó que existen mafias al interior de la cárcel de Guayaquil a las que pagaba a cambio de protección.
Redacción TIERRA DE NADIE
Detenido en el marco de las investigaciones por estafa en la venta de pruebas covid e insumos médicos -en las que también se vincula a la familia Bucaram-, el Israelí Shai Dahan fue asesinado en la Penitenciaría del Litoral y su cuerpo fue hallado la madrugada del sábado 8 de agosto en su celda, ubicada en el pabellón Cuerpo Consular. Tiempo atrás, aseguró que pagaba entre USD 5.000 y USD 6.000 mensuales a las mafias que operan al interior de la cárcel, a cambio de protección.
En el mismo centro carcelario permanecía Orem Sheinman, compañero de Dahan en las operaciones delictivas que realizaban en Ecuador. Su abogado, Héctor Gabriel Vanegas, confirmó que Sheinman también fue atacado, pero no sufrió heridas mortales.
El suceso suma interrogantes al ya complejo entramado de corrupción denunciado por la prensa ecuatoriana en los hospitales públicos del país; mientras tanto, los esfuerzos de la Fiscalía General parecen no dar abasto frente a una inmensa estructura delincuencial que opera desde diferentes frentes e involucra a ex funcionarios públicos que, al parecer, también tienen nexos con las bandas de delincuencia organizada que operan al interior de las cárceles.
Fue el pasado 3 de julio cuando Dahan, en declaraciones exclusivas para la revista israelí Mako, aseguró haber pagado hasta USD 6.000 a cambio de su protección. El israelí detalló que entregaba el dinero a las mafias que dirigen la cárcel desde adentro y que incluso hay reos portan armas automáticas.
«No le deseo a nadie en el mundo las condiciones en esta prisión. Dormimos aquí en el piso con insectos y reptiles, y aquí todo cuesta dinero. Los presos andan con armas automáticas. En cada prisión hay 13.000 presos y en cada ala 1.900 presos. Pagamos entre USD 5.000 y USD 6.000 mensuales al director mafioso que dirige la cárcel, para que no nos maten. No es una prisión, es un zoológico», declaró Dahan.
El israelí aseguró que pagaba hasta USD 300 diarios para que otros reos le protejan. «En prisión se enteraron que nos incautaron millones de dólares, entonces nos amenazan y extorsionan. Aquí todo es corrupto, sin dinero te mueres», agregó.
¿Quién mató a Shai Dahan?
El parte policial detalla que Dahan fue golpeado en la cabeza con un objeto contundente, lo que habría provocado su muerte; mientras que su compañero Orem Sheinman fue herido. Lo más obvio en esta situación es suponer que quien o quienes perpetraron el ataque se encontraban al interior de la cárcel.
Partiendo de esto cabe recordar que dos bandas criminales se disputan el control de la Penitenciaria del Litoral: Los Choneros y Los Lagartos, dos grupos que pelean permanentemente por ajustes de cuentas y la disputa del territorio para sus actividades delictivas.
Prueba de ello fue el incidente registrado el pasado 3 de agosto, en el que murieron 11 reos y otras 15 personas fueron heridas, entre ellos seis policías. Aunque en un inicio la versión oficial fue que se trataba de un motín al interior de la cárcel de Guayaquil, poco después las mismas autoridades confirmaron que se trataba de un enfrentamiento entre bandas.
El israelí Shai Dahan se encontraba es día en su celda y documentó la situación. Las fotografías que capturó fueron enviadas por él, desde el interior de la prisión.
«Me escondía dentro de mi celda, agachándome todo el tiempo. Las balas volaban sobre mi cabeza», dijo Dahan desde la prisión, «Toda esta pelea tuvo lugar a unos 20 metros de mí. Da miedo. Como en la guerra. No sé cómo me mantuve con vida. La gente gritaba. Las balas silbaron en todas direcciones. Esto no es una prisión, es un campo de batalla».
«Todos los días vivo y no muero gracias a Dios. Es una prisión donde la vida humana no tiene valor. Mi compañero y yo pagamos dinero a delincuentes para protegernos. No puedes dormir de noche porque no sabes si te despiertas vivo por la mañana», comentó.
Dahan era una pieza clave en las investigaciones de la justicia ecuatoriana y su seguridad estaba comprometida. Sumó un riesgo adicional en su contra las declaraciones en las que vinculó a la familia Bucaram, por lo que las autoridades le ofrecieron un trato de cooperación a cambio de que intervenga como testigo. Con esto, ambos extranjeros serían trasladados a una prisión de mayor seguridad este lunes 10 de agosto.
A inicios de junio, al presentar su versión ante la justicia, Dahan aseguró que uno de sus compradores fue Jacobo Bucaram Pulley, actualmente investigado por presunta asociación ilícita para la venta de medicinas a los hospitales públicos del país.
Dahan confesó que Bucaram Pulley les compró 21.400 cajas de insumos por los que pagó USD 321.600 en efectivo. La transacción se habría realizado en una casa situada en Kennedy Norte, en Guayaquil. Cerrado el negocio, Dahan y Orem se dirigieron a Salinas.
La captura de los dos extranjeros se dio el 1 de junio y dos días después la Fiscalía dispuso un allanamiento en el domicilio del ex presidente Bucaram, dentro de las investigaciones por presuntas irregularidades en la venta de insumos médicos. Allí se decomisaron decenas de cajas con pruebas covid.
Según el mismo Dahan, su captura fue posible por un error, producto de la ambición de su cliente. «Compramos estos kits por USD 3,75 y los vendimos por USD 19. Compramos 170.000 kits. Lo que nos hizo caer al final es que el hijo de un exfuncionario del Gobierno ecuatoriano decidió vender los kits por USD 68», develó en la entrevista para Mako.
Nuevos elementos sobre la mesa
Orem Sheinman, en una conversación con el rabino de Jabad en Ecuador, Tomer Rotem, también contó algunos detalles respecto a los incidentes del pasado 3 de agosto en la Penitenciaría de Guayaquil.
«Shai y yo estábamos dentro de la celda cuando las balas pasaron por encima de nuestras cabezas. Al principio no entendimos lo que sucedió. De repente dispararon contra nuestra celda y escuché gritos: “¡Israelitas! ¡israelitas!», dijo Orem.
Cabe entonces la pregunta: ¿Fue el incidente en la Penitenciaría un primer intento de asesinar a los israelitas? Las respuestas se suman a una lista de pendientes de un caso que está aún lejos de terminar.
Un elemento adicional fue revelado por el portal de investigación Código Vidrio. Se trata de la grabación de las conversaciones entre Abdalá Bucaram, Shai Dahan y otras dos personas.
En la grabación, el ex presidente le aseguró que apoyaría su defensa. «Yo tengo tu palabra, nadie va a tratar de matarme», se escucha decir al extranjero.
En otra conversación se escucha a Dahan molesto reclamando a su interlocutor, al que llama «Jacobo», porque no recibió la visita del abogado que le había ofrecido. Este le responde: «Ya está arreglado el proceso abreviado». Las autoridades investigan si se trata del hijo del ex mandatario.
En su defensa, tras el asesinado de Dahan, el 8 de agosto, Jacobo Bucaram publicó un mensaje en la red social Twitter alegando que intentan involucrarlo en el crimen porque «jamás han encontrado» pruebas en su contra.
Por su parte, Bucaram Ortíz confirmó que había conversado con Dahan, dijo que no son responsables de su muerte, pidió protección para él y su familia; y aseguró que Orem Sheinman es presionado por las autoridades ecuatorianas para que declare en su contra.
En contexto
Dahan y Orem fueron detenidos el pasado 1 de junio en la vía La Libertad-Salinas, en Santa Elena, durante un operativo de control realizado por la Policía Nacional. Ambos portaban documentación adulterada y se identificaron como agentes de la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos, DEA (Drug Enforcement Administration, por sus siglas en inglés).
En el interior del vehículo se halló USD 100.000 en efectivo y documentos diplomáticos falsos. Tras su detención fueron llevados a la prisión de Guayaquil, donde se los acusó de falsificación, fraude y retención de dinero en efectivo.
Posteriormente, personal de la Fiscalía, de la Dirección General de Inteligencia, Policía Judicial y Antinarcóticos de la Policía Nacional procedieron con el allanamiento al departamento donde vivían los detenidos, ubicado en un condominio en la parroquia Chipipe, en Salinas. Allí se encontró tres autos de alta gama, una caja fuerte que contenía USD 212.000 dólares, 385 euros en efectivo y otros documentos de identificación falsificados.
El 4 de junio, la Fiscalía los procesó por presunta falsificación de documentos y enriquecimiento ilícito privado. El juez de Garantías Penales, Vicente Guillén, dictó prisión preventiva contra los dos extranjeros durante la instrucción fiscal del caso.
Jacobo Bucaram Pulley y su padre, el expresidente Abdalá Bucaram Ortíz, fueron vinculados por la Fiscalía a múltiples investigaciones desde junio. El 5 de agosto de 2020 el juez Juan Carlos Terán dictó prisión preventiva para Bucaram Pulley y prohibición de salida del país para Bucaram Ortiz por presuntamente traficar, transportar y comercializar bienes culturales.
El juez también ratificó la orden que le exige al expresidente usar grillete electrónico y presentarse diariamente ante la autoridad, que ya había sido dictada en su contra por presunto delito de tráfico ilícito de armas de fuego y municiones.